Es una novela y a la vez un libro de cuentos, pero sobre todo es una propuesta a la imaginación del lector: novela desarmable o sistema de cuentos. Un juego de ficciones superpuestas donde se configura una verdadera constelación de personajes. La clave está en el montaje, en la puesta en escena. El sistema se activa a medida que el lector viaja a través de sus páginas y traspone el límite que separa lo real de lo imaginario.
Waldo Pereira llega a un pueblo marroquí de la costa atlántica con el propósito de fotografiar la tumba de Jean Genet y seguir viaje a Barcelona, donde lo esperan amigos, trabajo y la singular Karilé de Lituania. Pero, movido por los fantasmas del recuerdo, se interna en el país norafricano y la escritura se convierte para él en una forma de sobrevivencia y reconstrucción de sí mismo. En sus cuadernos, Pereira va dando forma a un doble viaje: el que lo ha llevado a Amsterdam, Barcelona, Tenerife, Santiago de Chile, Concepción, Marraquesh, etc., y otro más profundo y demoledor: el viaje imposible hacia un lugar libre de la imagen de su madre loca.
En el idílico retiro de la la isla de Bonaire, el profesor Ramiro Celva está ocupado en la escritura de la que llama ‘la novela de su vida’, pero se ve asediado por siete enanas crueles y traviesas que, aun cuando él mismo sepa que se trata de alucinaciones producidas por el cansancio, lo hacen caer en una trampa insalvable para cualquier novelista, cual es la del cuestionamiento de su rol de demiurgo.
El resultado es la historia de Ramón Cáceres, joven alter ego suyo que vive experiencias fundamentales de iniciación en una existencia desarraigada y cosmopolita en Amsterdam, Países Bajos, espacio cultural marcadamente distinto de su Concepción – Chile natal.
Ricardo Cuadros (1955), autor capaz de combinar la reflexión crítica con el placer de contar historias, se sitúa con Orientación de Celva entre las figuras más promisorias de la narrativa chilena contemporánea.